La villa de A Pobra do Caramiñal se encuentra en las tranquilas aguas de la ría de Arousa y resguardada por el monte de la Curota. Lugar de gente de mar, anfiteatro natural de la sierra del Barbanza y escenario de vida y obra de Ramón Valle-Inclán.
Playa del Areal
Playa urbana, de aguas tranquilas, arena blanca y fina, ideal para la práctica de deportes náuticos. A seguir, y al otro lado de la desembocadura del río Xundeirama, se encuentra la playa de Santo Antonio.
Playa de Lombiña – Cabío
Es la playa mejor acondicionada e cuanto a los servicios se refiere: zonas de aparcamiento, puesto de socorro, merendero, restaurantes y empresas de actividades náuticas son algunos de ellos. Se trata de un arenal resguardado, de aguas tranquilas y arena blanca. Destaca su ensenada en forma de concha y su paseo marítimo, con preciosas vistas sobre la ría da Arousa. Ocupación estival alta.
Playa de la Illa – A Laxe
A tan sólo unos metros de la playa de la Lombiña-Cabío cara el sur, se encuentra este hermoso arenal de aguas tranquilas, resguardado por un frondoso pinar. Se trata de una playa familiar. Ocupación estival alta.
Playa de la Barca
Cara el norte, y separada de la playa de Lombiña-Cabío, se encuentra la playa de la Barca que, por su proximidad, comparte servicios con la anterior. Ideal para familias. Ocupación estival alta.
Playa de la Corna
Se trata del arenal más extenso del término municipal (1500 m aprox.) y, sin duda, unos de los más vírgenes, pues conserva sus lombas dunares con vegetación propia de los ecosistemas costeros y cuenta con servicios más básicos (limpieza y accesos). Playas menos resguardadas que las otras, pero de oleaje tranquilo. Ocupación estival media.
Con el paso de los años, el río Pedras fue esculpido cuencas de gran belleza donde, luego de la caminata que nos acerca hasta ellas, lo que más apetece es un baño refrescante. Los saltos de agua y las pequeñas cascadas se suceden a lo largo de este espacio de frondosa vegetación. Además, durante el recorrido, se encuentran distintos vestigios patrimoniales que harán aún más interesante, si cabe, a la visita.
Lo que hoy en día es el ayuntamiento de A Pobra do Caramiñal es fruto de la unión de dos localidades vecinas: A Pobra dp Deán y la villa do Caramiñal.
Se estima que A Pobra do Deán fue fundada en la primera mitad del siglo XIV a partir de un asentamiento estacional de pescadores. Esta localidad estaba regida por la Iglesia, concretamente por un deán do cabido compostelán, de hecho que A Pobra inició una carrera como puerto comercial y pesquero.
En el siglo XVI, prospera la vecina localidad del Caramiñal, la cual recibió el título de “villa” en 1554 por parte del caballero Gómez Pérez das Mariñas. Es en esta época de esplendor cuando se construyen los templos de Santa María a Antiga y la iglesia parroquial do Xobre, además de la Torre de Bermúdez.
La unión de ambas entidades tuvo lugar en 1822, si bien es cierto que no fue definitiva hasta 1840. A partir de entonces vinieron tiempos de prosperidad para la nueva Pobra do Caramiñal, pues en el siglo XIX se produce una reactivación de la industria naval y de las actividades pesqueras y portuaria, ligada a la vanguardia del sector conservero. Como recuerdo de esta época, permanece aún parte de lo que fue el “barrio de los cataláns”, los cuales se establecieron en los arenales, y que puede considerarse como uno de los primeros polígonos industriales de la zona y germen de la actual industria conservera, que sigue a ser un puntal económico tanto para A Pobra do Caramiñal coma para toda la comarca del Barbanza.
